Este contiene trabajos de investigación que espero les
sirva para poder aprender un poco de la historia de México y porte del mundo
pero cada una de las entradas se especifica en algo que espero que nos ayude a
conocer un poco más sobre nuestra cultura.
Creo que estos trabajos nos puedan servir mucho porque
cada uno de ellos, no les voy a mentir de primero cuando miraba los temas me parecían
muy aburridos pero ya al investigarlos y conocerlos un poco más a fondo me parecieron
muy interesantes porque vas conociendo más y más del tema espero que sirva de
algo.
La experiencia social es la base sobre la que
construimos nuestra personalidad, esto es, el entramado, relativamente consistente,
de las formas de pensar, sentir y actuar de una persona.
Las
experiencias sociales se relacionan de forma sistemática con el desarrollo de
los conceptos sociales. Ni unos ni otros son iguales. Se examinan los elementos
de la interacción social en tanto que se relacionan con la formación de los
conceptos morales y los conceptos convencionales sociales. Se empieza por
definir los ámbitos que se investigan y los criterios que delimitan sus
fronteras. Se estudian las relaciones entre la acción y el pensamiento. Se
incluye un análisis de las fuentes de experiencia de los juicios sociales y se
describen una serie de estudios sobre las interacciones sociales de los niños
en un medio natural. Moralidad y convención social. Se definen estos conceptos
y una serie de criterios delimitadores.
DESARROLLO TEMATICO
La historia social es la división de la ciencia histórica
que toma como objeto (y por tanto define como sujeto de la historia) la
sociedad en su conjunto, como reacción frente a la historia tradicional, de
tipo fundamentalmente político y militar, que destacaba las figuras
individuales (reyes, héroes...).
Aunque desde el mismo comienzo de la reflexión sobre la
historia misma, con Heródoto y Tucídides, se pueden rastrear los intentos de ampliar
el objeto y la concepción del sujeto de la historia, no es hasta el siglo XX,
con la recepción del materialismo histórico de origen marxista y su adaptación
con distintas modificaciones por parte de distintas escuelas de historiadores,
sobre todo en Francia (escuela de Annales) e Inglaterra (Past and Present),
cuando se desarrollan la historia económica y la historia social, íntimamente
ligadas aunque la primera tiene un desarrollo bien diferente. Es muy usual
definir el conjunto de las dos como historia económica y social. El enfoque
llamado historia total también tendría imprecisas fronteras con la historia
social, aunque en este caso se insistan en relacionar todos los aspectos
posibles del pasado: los anteriores, más los ideológicos, culturales, mentalidades...
(cada uno de los cuales tiene a su vez una historia sectorial).
El estallido actual de las teorías sociológicas no sólo
tiene que ver con la historia de las ideas, sino que se inscribe dentro de una
profunda mutación social que nos conduce al abandono de la representación
clásica de la sociedad, esa que la concibe como un orden en el que podemos
identificar la acción social con las "leyes" del sistema. De hecho,
eso que llamábamos "la sociedad" ya no puede reducirse a un sistema
integrado, un modo de producción y un Estado-nación. A partir de ahí, el propio
objeto de la sociología cambia: debe describir "experiencias
sociales", es decir, las conductas individuales de cada uno de nosotros.
Éstas combinan varias racionalidades y varias lógicas, y se manifiestan como la
yuxtaposición de las pertenencias comunitarias, los cálculos de mercado y las
exigencias de la autenticidad individual. El único principio de unidad de la
experiencia social es el trabajo sobre sí mismo que cada uno persigue para, de
ese modo, poder percibirse como autor de su propia vida.
Socialización
El proceso de socialización se da en interacción con
agentes significativos.
La socialización es un proceso por el cual el individuo
acoge los elementos socioculturales de su ambiente y los integra a su
personalidad para adaptarse en la sociedad. También, es la asunción o toma de
conciencia de la estructura social en la que un individuo nace, y aprende a
diferenciar lo aceptable (positivo) de lo inaceptable (negativo) en su comportamiento
que se le llama socialización. La socialización se puede clasificar en tres
etapas las cuales son: primaria, secundaria y terciaria.
La socialización es factible gracias a los agentes
sociales, que se pueden identificar como la familia, la escuela, los iguales y
los medios de comunicación. Además, son las instituciones e individuos
representativos con capacidad para transmitir e imponer los elementos
culturales apropiados. Los agentes sociales más representativos son la familia,
porque posee un rol primordial ya que es el primer nivel social al que tenemos
acceso y la escuela, ya que en la actualidad ha perdido su papel principal y la
escuela es transmisora de conocimientos y de valores. También en al
socialización una persona interioriza su cultura de una sociedad determinada.
Existen distintos agentes socializadores: la familia, la escuela, los grupos de
pares, el trabajo y los grupos políticos
Por lo general se distingue la socialización primaria
—aquella en la que el infante adquiere las primeras capacidades intelectuales y
sociales, y que juega el papel más crucial en la constitución de su identidad—
de los procesos de socialización secundaria, en los que instituciones
específicas como la escuela o el ejército proporcionan competencias específicas,
más abstractas y definibles. Sin embargo, esto no implica que los efectos de la
socialización secundaria sean menos duraderos o influyentes; a través de los
mecanismos de control social, estos pueden resultar internalizados tan
efectivamente como los adquiridos en la infancia. La experiencia social es la base sobre la que construimos nuestra
personalidad, esto es, el entramado, relativamente consistente, de las formas
de pensar, sentir y actuar de una persona. La socialización terciaria, se
refiere al proceso de “transculturación”, cuando un individuo se incorpora a
otra sociedad, con patrones culturales distintos a los aprendidos en los
procesos anteriores. Los agentes de socialización para esta etapa son la
ideología, religión, medios de comunicación, etc.
Esta socialización, es la primera por la que el individuo
atraviesa en su niñez, y que por medio de ella se convierte en miembro de la
sociedad. Esta se da en los primeros años de vida y se remite al núcleo
familiar, se caracteriza por una fuerte carga afectiva. No obstante, la
socialización del niño durante la infancia no forma una preparación capaz y
precisa, sino que mientras crece y se desarrolla su ámbito le requiere nuevos
paradigmas de conductas. Por lo cual, la socialización primaria termina cuando
el concepto del otro generalizado se ha establecido en la conciencia del
individuo. A esta altura ya el miembro es miembro efectivo de la sociedad. En
esta fase también se aprende a captar la realidad. El hombre interioriza la
cultura de la sociedad, le permite convertirse en un miembro que actúa de
acuerdo a creencias, normas y valores, que tienen vigencia en su medio
socio-cultural. Esta instancia hace posible la aprobación del patrimonio
cultural.
Socialización
Secundaria
El aprendizaje se refiere a la adquisición de nuevos
recursos al repertorio de respuestas del individuo y en este sentido su alcance
es más amplio, ya que no todo aprendizaje supone una socialización. Para que
ésta resulte efectiva el punto de partida se inicia en la edad temprana con la
asimilación de las estructuras cognitivas y las habilidades lingüísticas y
comunicativas para, a través de las pautas de valores, normas y significados
reconocidos, aprender la realidad y capacitar al sujeto para alcanzar
contenidos significativos más extensos y lograr un proceso de interacción en el
plano.
CONCLUSIÓN
La
historia social es la división de la ciencia histórica que toma como objeto (y
por tanto define como sujeto de la historia) la sociedad en su conjunto como
reacción frente a la historia tradicional, de tipo fundamentalmente político y
militar, que destaca las figuras individuales
Es
incuestionable que las dos tomas de posición respecto de la historia
contemporánea se han nutrido de las respectivas experiencias en contextos
sociopolíticos diferentes. Asimismo, ambas han tenido que enfrentar distintos
retos, frutos de diferentes y hasta opuesta tradiciones historiográficas y
condicionantes ideológicas
La protohistoria se denomina así por considerarse
anteriores a los tiempos históricos, anteriores a los tiempos en los que la
historia empieza a estar escrita. No todos los pueblos llegaron a este punto al
mismo tiempo.
Las fuentes para su estudio son casi en su
totalidad arqueológicas, aunque también se poseen tradiciones orales. Suele
incluirse tanto en el estudio del final de la prehistoria, como en el inicio de
la Historia Antigua.
Ésta es una época en la que las distintas
civilizaciones se desarrollaron culturalmente, alcanzando el inicio de la
escritura y de la metalurgia. Suele relacionarse con la Segunda Edad del
Hierro, por ser ésta la última fase de la prehistoria.
DESARROLLO
TEMATICO
Se denomina Protohistoria a la Segunda Edad del Hierro,
que abarca desde el 500 a. C. aproximadamente, hasta la penetración de las
tropas romanas en la Península Ibérica. Posee caracteres muy definidos y
diferenciados para la Alta y Baja Extremadura en función de las influencias que
recibe desde la Meseta o desde las zonas de la Turdetania. Casi todos los
asentamientos de esta época, están relacionados con el control de la minería.
Destacan cuatro metales en estos momentos, por la relativa facilidad de su
obtención y por su abundancia en la región: oro, plata, cobre y estaño:
El oro es frecuente en la zona norte de la región (zona
fronteriza con Portugal, El Jerte y valle de Alagón).
La plata aparece de una forma casi exclusiva en Badajoz
en su límite con Ciudad Real, Córdoba y Sevilla, provocando unos fáciles
accesos desde el sur-este de la región.
El cobre es menos abundante y está asociado a los
distritos mineros onubenses en el sur de Badajoz de gran atracción sobre
poblaciones orientales tempranamente explotados.
Por último, el estaño asociado al cobre aparece en la provincia
de Cáceres al sur del Tajo.
La protohistoria es la época que se sitúa
cronológicamente entre la Prehistoria y la Historia. Se encuentran dos
acepciones:
Según la escuela francesa, una sociedad pertenece a la
Protohistoria cuando, a pesar de ser una cultura ágrafa, se tiene noticias
escritas sobre ella mediante fuentes indirectas: p.e., la cultura de La Tène y
Hallstatt respecto a los escritores clásicos.
Según la escuela francesa, las sociedades protohistóricas
son aquellas en la transición hacia la cultura escrita, a su vez, en proceso de
formación de un Estado; en Europa, por tanto, haría referencia a la Edad de los
Metales.
La protohistoria suele relacionarse con la Segunda Edad
del Hierro, por ser ésta la última fase de la prehistoria. Dentro del período
protohistórico en Europa se desarrollaron numerosas entidades políticas semi centralizadas,
que coincidieron con el inicio de la escritura y de la metalurgia. Esas
civilizaciones produjeron documentos epigráficos breves y posteriormente
crónicas extensas, considerándose ese punto Historia Antigua.
El paso a la metalurgia
del hierro significará una nueva tecnología y con ello la posibilidad de una
mayor dureza del armamento y del utillaje agrícola, de tal manera que el bronce
quedará relegado a vasijas, adornos, estatuillas, con la ventaja de la mayor
facilidad de obtención por encontrarse mejor repartido y su proceso de
transformación no significa demasiados problemas comparados con los del bronce.
Los vetones se aliaron con los lusitanos para luchar
contra los romanos. La cerámica que componen posee unas tan características
peculiares que se determina como un aspecto cultural representativo de este
pueblo.
Sin embargo, el pueblo prerromano de los vetones
moraba no solamente las provincias de Cáceres y Badajoz, sino también otros
territorios de la Península Ibérica como parte de las actuales provincias de
Zamora, Salamanca, Ávila y Toledo.
Se
divide en dos grandes periodos: Paleolítico (500.000 años a. C. hasta 3.000
años a.C.) y el Neolítico situado a partir de esos 3.000 años a. C. El
Paleolítico, a su vez, se divide en inferior o primitivo y superior. Todo en
este terreno es dudoso y más que historia es arqueología cuyos descubrimientos
permanentemente modifican las teorías previamente establecidas. No obstante,
podemos decir que el hombre tiene su origen en Africa y que penetra en la
Península Ibérica a través de los Pirineos por cuanto el Estrecho de Gibraltar
se convertía en una barrera insalvable por la falta de conocimientos para la
navegación del hombre primitivo. En definitiva, el género humano llega a
nuestra península desde Africa en un largo viaje de miles de años que le lleva
por todo el Norte de Africa, bordeando el Mediterráneo para recorrer todo el
Sur de Europa y entrar finalmente en la Península Ibérica.
Así
llegamos al Neolítico. En Europa del año 3.000 al 2.000 a.C. Egipto y Caldea
estaban desde antes del 3.000 a.C. en plena época histórica. El Homo Sapiens ha
formado, tras eliminar al Hombre de Neandertal, el primer sustrato humano de la
Península.
Por
los Pirineos, a partir de los últimos dos siglos del II Milenio a.C. y durante
cerca de 700 años, se introducirán distintas oleadas celtas en la Península que
se imponen de forma brutal a la población existente ocupando el Norte y el
Noroeste de la Península llegando hasta la actual Extremadura. Junto a los
Celtas, el segundo gran conjunto de pueblos invasores de la Península, desde
finales del II Milenio a.C., es el de los íberos con doble procedencia: una
principal indoeuropea, que va a ocupar todo el litoral mediterráneo oriental y
parte del Centro y del Sur de la Península, y otra africana instalada en las
costas del Sureste.
Aunque,
históricamente importante, evitaremos hablar del mítico Reino de Tartessos.
Tanto Celtas como Iberos combinaron su sangre con el sustrato humano que habita
la Península y convergen mediante actividades de guerra y paz en la Meseta
Central dando origen a los Celtíberos.
Debe
afirmarse que los pueblos prerromanos de Iberia no formaban ninguna unidad. Ni
entre celtas e íberos había unidad. Ni entre los propios celtas, ni entre los
propios íberos había unidad. Sólo existía, quizá, ese sentimiento o entre los
celtíberos. No obstante, la organización existente, de todos ellos celtíberos
incluidos, puede definirse como tribal.
Y
esta es la Península que encuentran pueblos colonizadores, los primeros los
fenicios, que fundan Cádiz en el año 1.100 a.C. o, según otros especialistas,
no antes del siglo VIII a.C. con lo que, entonces, habrían sido los griegos los
primeros colonizadores en llegar a la Península a la que llamaran Iberia.
Hacia
el año 600 a.C. los griegos, instalados en todo el litoral mediterráneo
oriental, empiezan a tener problemas con los fenicios y los púnicos, una
colonia fenicia norteafricana, en el Sur de la Península. No obstante, los
fenicios desaparecerán de la Península cuando en el año 573 a.C. Fenicia cae a
manos del Rey de Babilonia Nabucodonosor. La labor fenicia será continuada por
los púnicos o cartagineses. Los púnicos derrotarán a los griegos en el año 535
a.C. en la Batalla de Alalia y así obtendrán el monopolio del comercio en el
Mediterráneo Suroccidental. Es en estas fechas cuando en la región italiana del
Lazio nace Roma.
Griegos,
Fenicios y Púnicos entrarán en relación mucho más directa con los pueblos
íberos que con los celtas lo que convierte a los primeros en los pueblos más
desarrollados de la Península. Del pueblo íbero queremos señalar su denominada
devotio iberica , una relación de fidelidad hasta la muerte de algunos
guerreros con su Jefe, fundamental en la organización de sus castas guerreras
que como mercenarios obtuvieron fama entre griegos, cartagineses y, más tarde,
romanos. También queremos señalar su culto a los muertos, especialmente, a sus
Caudillos.
A
partir del año 535 a.C Iberia es testigo del desarrollo del Imperio Cartaginés,
primero comercial, pero que con la expansión de Roma cobrará una significación
militar. En el año 348 a.C. Cartago y Roma establecen un tratado que marca los
límites de la influencia púnica en Iberia en la actual Murcia. El afán
expansionista de Roma dará lugar a la primera guerra púnica por la que Cartago
pierde Córcega, Cerdeña y Sicilia a favor de Roma con lo que Iberia cobra
enorme importancia para los cartagineses.
Amílcar
Barca se presenta en Cádiz con un poderoso ejército cartaginés. Ya no
comercian. Ahora guerrean contra los íberos. Los cartagineses avanzan por el
litoral Mediterráneo hacia el Norte. Amilcar Barca muere en batalla contra los
indígenas íberos. Le sucede su yerno Asdrúbal con una política más diplomática
con los íberos. Asdrúbal fundará Cartagena y sigue avanzando hacia el Norte. En
el año 226 a.C. cartagineses y romanos firman un nuevo tratado por el que los
límites de la presencia púnica en Iberia se trasladan hasta el Ebro. Asdrúbal
muere en el año 221 a.C. Anibal, hijo de Amilcar Barca, toma el mando
cartaginés. En el año 219 a.C. Anibal ataca Sagunto, ciudad amiga de Roma.
Sagunto
se defiende heroicamente contra un ejército que dispone de absoluta
superioridad y resistiendo el asedio durante 8 meses. Sagunto se convierte, por
su comportamiento en una de las raíces de la tradición hispánica: la capacidad
de resistencia hasta la muerte empezaba a ser una constante de la tenacidad
cívica del sustrato humano de Iberia.
Roma,
a raíz dela ataque cartaginés contra Sagunto, declara la Guerra a los púnicos.
Será la segunda guerra púnica y significará la entrada de Roma en la Península
Ibérica.
CONCLUSIÓN
La
Protohistoria se sitúa cronológicamente entre la Prehistoria y la Historia.
Las
fuentes para su estudio son casi en su totalidad arqueológicas, aunque también
se poseen tradiciones orales. Teniendo en cuenta que los milenios que van desde
la invención de la escritura en distintos focos en todo el mundo, de los que
Oriente Próximo fue el primero hasta su difusión por todo el mundo particularmente
para Europa y la cuenca del Mediterráneo en el caso citado pueden utilizarse
las fuentes escritas por griegos, fenicios, hebreos o egipcios para el estudio
de ese tiempo.
Ésta
es una época en la que las distintas civilizaciones se desarrollaron
culturalmente, alcanzando el inicio de la escritura y de la metalurgia.
Suele
relacionarse con la Segunda Edad del Hierro, por ser ésta la última fase de la
prehistoria.
Desde
la antigüedad, la educación ha sido considerada como un importante instrumento
en la configuración del ser humano, para hacer de él un ser mejor y más pleno.Sin embargo, y sin olvidar este rasgo de la
educación, a lo largo de la historia ha ido cambiando su función y significado,
en relación al momento histórico de las sociedades humanas.
Una
de estas maneras de entender qué es la educación, es aquella que la define como
un proceso de emancipación o liberación del ser humano.De esta misma definición se infiere, por lo
tanto, el papel que la educación debería jugar dentro del contexto social, esto
es, la de servir de medio de liberación del sujeto.
Considero
que esta definición de educación es la que más se ajusta a una visión que,
desde una perspectiva humanista y dentro de la mejor tradición filosófica,
enfatiza el papel central del hombre y de las múltiples posibilidades que
tiene, de realizarse íntegramente en tanto ser humano.
DESARROLLO TEMATICO
Este
modo de educación busca, más bien, multiplicar las formas de enajenación que se
derivan de un sistema opresivo.
De
ahí que se sigan reproduciendo y fomentando métodos educativos que ven al educando
como un ser pasivo, marginal e ignorante.Se debe romper con esta visión del proceso educativo, puestanto el alumno como el maestro o el padre y
el hijo, aprenden mutuamente, lo cual no significa, como malintencionadamente
se afirma en ocasiones, derivar en un relativismo en el que cada cual hace lo
que le parezca.Afirmar que en un proceso
de educación ambas partes aprenden significa estar abierto a nuevas consideraciones
y posibilidades de aprendizaje, dado que el ser humano nunca termina de aprender.Además, también involucra la idea de
responsabilidad, pues no se trata de hacer lo que me parezca, sino de hacer lo
que mejor contribuye a mi realización como ser humano.
Otro
rasgo fundamental de una verdadera pedagogía liberadora, es el de fomentar en
el sujetoun pensamiento crítico,incentivándole a asumir una actitud
cuestionadora dela realidad en la que
está inmerso.En este sentido, la
educación adquiereel papel de instrumento
político, en tanto que se constituye en la herramienta idónea de renovación y transformación
de los seres humanos y la sociedad en la que viven.
De
los muchos pensadores que han propuesto esta manera nueva de entender la Pedagogía,
está Paulo Freire.Este reconocido
educador brasileño es en los últimos tiempos, tal vez, quien más ha insistido
en el papel liberador de la educación.
Paraél, una verdadera educación sólo es posible
en tanto tenga como objetivo primordial la humanización de la sociedad, lo
queúnicamente se dará en cuanto tal
educación persiga la liberación del individuo.Por eso mismo, Freire se opone a la tradicional forma de enseñar, esto
es, aquella en la que el educando es pasivo y sólo acepta mansamente lo que la
autoridad, sea el padre o el maestro le da, sin cuestionarlo.Dicho tipo de educación ha fomentado seres pasivos
que aceptan todo sin poner en duda si eso que se les dice es verdad.Claro, esta forma de educar favorece a un
sistema que lo único que busca es hacer de las personas seres consumistas, pues
eso beneficia al “mercado”, ese ámbito mágico y misterioso que lo resuelve
todo.En un sistema perverso como el
capitalismo, lo mejor que puede pasar es contar con un rebaño obediente y
codicioso, y no con seres pensantes y cuestionadores.
En
efecto, una educación liberadora, humanizante, se convierte en un instrumento
político efectivo para llevar a cabo la transformación del entorno social del
individuo.Si una educación real busca
liberar al hombre, esto sólo será posible en tanto se tenga clara conciencia
del papel político que juega la educación.Y tómese en cuenta que me refiero a la política y no a la politiquería,
que es lo que nuestros mal llamados gobernantes hacen con ella.
Ver
la educación liberadora como un instrumento político significa que aquella
fomenta y estimula una conciencia crítica en la persona para que, como ciudadano
libre y responsable, pueda incidir en la realidad social a la que
pertenece.Tal incidencia no puede ser
otra que la búsqueda de la transformación de su entorno para hacer de este, el
ámbito propio e ideal donde pueda realizarse plenamente.Por eso mismo debe cambiarse la visión que se
tiene de educación y debe configurarse una nueva, ya no de forma vertical sino
horizontal.
Esto
no significa más que ser conscientes de que, tanto el maestro como el alumno,
están al mismo nivel y ambos aprenden recíprocamente en dicho proceso sin
olvidar, obviamente, las diferencias de cada uno pero sin que esas diferencias
sean expresadas en términos de una relación de poder, que subyuga a quien está
en desventaja.
De
ahí, pues, la necesidad de enfatizar sobre la importancia de la filosofía y de
cómo ésta puede estimular en los seres humanos ese pensamiento crítico que hace
de los seres humanos verdaderos ciudadano.
La
liberación, es un movimiento educativo cuyo principal representante es el
pedagogo brasileño Paulo Freire (1921-1997). La educación liberadora es un
proceso de concienciación de la condición social del individuo, que la adquiere
mediante el análisis crítico y reflexivo del mundo que la rodea. La principal
obra de Freire es Pedagogía del oprimido (1969), donde es tratado este tema en
profundidad. Se refiere a la liberación de la pedagogía bancaria de la que
somos presos desde nuestros inicios en la educación lo que nos limita la
posibilidad de creación de nuestros propios conocimientos, fomentando la
reproducción sin análisis ni comprensión de los temas que se nos están
enseñando.
Se
trata de una forma de entender la educación que se ubica en una horizontalidad
de las relaciones humanas, y que, por tanto, implica el diálogo y la continua
reflexión acerca de la propia realidad a lo largo del proceso educativo. Se
considera liberación porque pretende una suerte de reencuentro de los seres
humanos con su dignidad de creadores y participantes activos en la cultura que
los configura. Por todo esto, en el método pedagógico freiriano, al mismo
tiempo que una persona adulta aprende a leer y escribir, recupera el dominio de
la propia vida y analiza, mediante una reflexión en común con otros seres
humanos, su realidad. En este análisis, se buscan las causas que inciden en un
estado determinado de la cultura, y se detectan las inercias y fuerzas que
impiden la expresión y realización de las personas. Se dice, entonces, que la
persona en cuestión ha tomado conciencia, o se ha concientizado. Es importante
resaltar que esto jamás puede ser producto de un adoctrinamiento o manipulación
por parte de otros, sino que el sujeto debe hallar por sí mismo su camino en la
vida.
Paulo
Freire llamó, como hemos dicho, educación bancaria a aquella que nos aleja de
la comprensión de nuestras circunstancias sociales, y que genera la pasividad y
el fatalismo en los sujetos. Esto ocurre debido a una escuela concebida según
una relación unidireccional en la que uno enseña y otro aprende, sin que los
roles cambien. Se adquiere entonces la falsa idea de que hay sabios absolutos e
ignorantes también absolutos. Otra obra pedagógica de Paulo Freire es "La
educación como práctica de la libertad".
Sabemos y estamos conscientes que la educación es
el producto del proceso de socialización de la sociedad en su conjunto, es
decir, la educación nació desde la aparición del hombre, donde a través de las
diferentes necesidades que tuvo (alimentación, protección, comunicación,
integración, etc.) buscó las soluciones de sobrevivencia, a partir de ello
nació el aprender de la experiencia y así la enseñanza de generación, hasta
lograr una cultura propia innata y empírica.
Si recordamos los contextos históricos de la
educación que tocó vivir nuestros primitivos protagonistas, de colonización en
colonización entre diferentes culturas, pues palpitaron una vivencia siempre en
busca de mejores condiciones para la futura generación, de cómo fueron oprimidos,
torturados, esclavizados, discriminados, desterrados y puestas en prueba de
sangre, es evidente que, en ese entonces nuestra educación era más sana,
solidaria, reciproco, cooperativo, equitativo, propia y basada en las
experiencias de la vida, aunque no había escuelas, colegios, institutos ni
universidades, pero existía educación.
Lo que queremos que nuestra sociedad tome en
cuenta que la educación, el aprender, la enseñanza, está en lo "yo"
personal, en la familia, en la comunidad y en la sociedad viviente de un
Estado, y no así en las escuelas, colegios, institutos, universidades, sino
estas son solamente centros de perfeccionamiento del saber y conocimiento
científico, sin embargo, la educación, el aprender y la enseñanza en lo ético,
en lo moral y cosmos-visiva viene de la experiencia generacional de la
humanidad. A partir de ello, justificamos que la educación es un instrumento de
liberación en la y para la humanidad.
Actualmente
hablamos de una descolonización como un instrumento para la liberación de la
sociedad, sin embargo, esa estructura clasista, racista y oponente se convierte
en una herramienta política ideológica al pie de la humanidad que no deja del
progreso ni desarrollo de un proyecto de país. Por ello, las experiencias y
exigencias de vida individual, familiar, comunal y social está en pos de su
progreso para discernir una educación propia orientada a su contexto vivencial
y la liberación de las mayorías sociales e indígenas.
Los dos pilares en que se fundamenta la
Educación Social son las bases sociopolíticas y las raíces antropológicas.
La eclosión de la Educación Social pueda ser
explicada en función de factores tan diversos como el contexto social, la
aparición de nuevas políticas sociales, las formas de cultura predominantes, la
economía y el entorno pedagógico dentro del cual se desarrolla, a lo que habría
que añadir la instauración del Estado del Bienestar.
La teoría crítica nace asociada a la
reivindicación social. Se invoca a la formación y la educación como los protagonistas
de la conciencia emancipatoria; dado que será imposible la sociedad justa sin
conflictos, éste buscará su transformación en el análisis crítico. La Educación
Social se considera un instrumento de liberación. El educador social es un
provocador, cómplice de un malestar cognitivo en el educando: provoca al
interrogante sobre la validez de lo establecido, así como la motivación de la
transformación.
CONCLUSION
La
educación es la base o pilar fundamental para definir nuestro concepto de
persona, ésta debe ser abierta a la renovación pedagógica y a la participación,
que sea un espacio de la comunidad para la conjunción, el desarrollo personal y
la realización de todos desde nuestra diversidad cultural y social, que invite
a integrarse a la construcción de cada región y del país.
Por
otro lado, la educación es un proceso por el cual se inculca en la persona los
conocimientos y los valores que le resultaran imprescindibles para su vida
social.