INTRODUCCIÓN
A lo
largo de la historia nuestro país ha pasado por muchos eventos en los que el
ser humano va sufriendo cambios en sus formas de organización y vida social
debido a los distintos períodos que fueron surgiendo una por consecuente de
otra.
Se
tiene como objetivo identificar en cada época la situación social y
organizativa de nuestro país para iniciar la lucha por nuestra independencia
que tenía como objeto la igualdad de derechos entre españoles y mexicanos
A la
llegada de los europeos, México era un mosaico de pueblos y culturas. Después
de la conquista, durante 300 años de coloniaje, se fue constituyendo un país
con cierto grado de homogeneidad y rasgos comunes. En los albores del siglo XIX
con la independencia que se alcanza del imperio español, se inicia el proceso
de integración definitivo que da lugar al México contemporáneo. A lo largo del
siglo XIX se suceden guerras y disputas intestinas, además de varios intentos
de avasallamiento por parte de potencias extranjeras. En ese entonces México
perdió cerca de la mitad de su territorio, después de lo cual empezó su
consolidación como nación libre y soberana.
DESARROLLO TEMATICO
La Conquista de
México se refiere principalmente al sometimiento del estado mexica o azteca,
logrado por Hernán Cortés en el nombre del rey Carlos I de España y a favor del
Imperio español entre 1519 y 1521. El 13 de agosto de este último año, la
ciudad de México-Tenochtitlan cayó en poder de los conquistadores españoles,
después de dos años de enconados intentos bélicos, políticos y conspirativos,
en los que participaron junto con los españoles invasores, los pueblos
previamente avasallados por los mexicas, en un afán por rebelarse —aprovechando
la alianza circunstancial de los recién llegados— de las condiciones de
sojuzgamiento en que vivían.
Con
la llegada de los españoles, la isla de Cuba se hallaba dominada y gobernada
por Diego de Velázquez.
Enterados
de que en el continente existía un gran Estado, centro del imperio azteca,
Velázquez comisiona a su compañero y secretario Hernán Cortés para conquistar
esa zona (que actualmente ocupa el territorio mexicano).Se organizó una
expedición que partió en febrero de 1519, con 11 navíos, 690 hombres y 16
caballos. Cortés recorrió las costas de Yucatán, hasta alcanzar San Juan de
Ulúa, y fundó la ciudad de Villarrica de la Veracruz.
El
Jefe de los Aztecas, desde 1502, era Moctezuma. Creyó que los españoles eran
enviados por el Dios Quetzalcoatl. Los indígenas fueron vencidos en Cholula,
por los españoles. Éstos, al mando de Hernán Cortés, llegaron a la capital del
imperio, Tenochtitlán, el 8 de noviembre. Los aztecas se sublevaron y atacaron
a los españoles. Moctezuma fue herido en la revuelta y falleció tres días
después.
Cortés
evacuó la ciudad, debido a la grave situación, en la llamada "noche
triste", el 30 de junio de 1520. Fue atacado y perseguido por los furiosos
indígenas, pero logró alcanzar la población de Tacuba. Cortés siguió avanzando
y logró derrotar nuevamente a los aborígenes en el valle de Otumba.
Hernán
Cortés concentró sus fuerzas y armamentos. El 30 de mayo de 1531 comenzó el
sitio a Tenochtitlán, y el 13 de agosto de 1531, tomó nuevamente, la ciudad.
Costó miles de vidas y edificios en ruinas.
Los
españoles comenzaron la reconstrucción y se creó el Cabildo. Carlos V lo nombró
a Cortés, en octubre de 1522, Gobernador, Capitán General y Justicia Mayor de
Nueva España.
LA COLONIA
Es
muy raro que haya épocas que abarquen exactamente una cifra decimal redonda,
pero en nuestra historia colonial así es, ya que se considera que esta etapa
empieza estrictamente en el año de 1521, cuando cayó en poder de los españoles
la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, y termina en 1821, año en el que se
declaró la Independencia de México.
Así
pues el periodo de la Colonia abarca 300 años y está usualmente dividido en
tres periodos: el primero, y más antiguo el que corresponde al siglo XVI y
abarca todo lo que pasó en la Nueva España desde 1521 hasta 1600; el segundo,
el del siglo XVII , que comprende lo sucedido entre 1601 y 1700, y finalmente,
el tercero y último, el del siglo XVIII mexicano y que va de 1701 y 1800.
Los
21 años que faltan para llegar a 1821 ya pertenecen al siglo XIX, y todavía son
parte de la historia de la Colonial, aunque los historiadores les conceden a
esos años finales del Virreinato el apelativo de periodo, “de transición”, ya
que la lucha iniciada por Miguel Hidalgo y Costilla contra el dominio del
gobierno español en la Nueva España había comenzado en 1810 dando lugar así al
nacimiento de México.
La
importancia de la época de la Colonia es determinante tanto para la historia de
nuestro país como nación independiente como para la historia de todo Occidente,
ya que, a partir de ese momento, América entró a formar parte del mundo que
hasta entonces conocían los europeos.
En
la época de la Colonia la religión católica ganó nuevos e importantes
territorios, cambió el lenguaje, la traza de las ciudades, las manifestaciones
culturales y artísticas y se inició el mestizaje o sincretismo, es decir la
mezcla entre los conquistadores y los conquistados, combinación que definió el
carácter actual que tienen hoy todas las naciones llamadas latino o
hispanoamericanas.
Para
entender cabalmente la complejidad de la época de la Colonia en México habría
que analizar, en un principio, dos tipos de dominación española: la conquista
militar y la conquista espiritual, y después, adentrarse en cómo fue el
establecimiento de las ciudades españolas, cuál la situación de los naturales,
cómo estaba constituido y cuál era el funcionamiento del gobierno colonial; la
importancia de las autoridades eclesiásticas, las nuevas formas de moral y
también el terror que inspiró el Santo Oficio todo ello sin olvidar, por
supuesto, los estratos o castas de los que estaba compuesta la sociedad
colonial.
No
menos importante fue, por supuesto, el arte y la cultura en la Colonia que en
cada siglo XVI, XVII y XVIII tuvo manifestaciones particulares, la vida
cotidiana y el surgimiento del criollismo, de donde salió el conjunto de
hombres que, finalmente, habrían de terminar con la Colonia y con la
dependencia que, de España, tenía México antes de llamarse como hoy se llama.
Independencia de México
El
movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las
revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la
élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de España con
sus colonias. Los cambios en la estructura social y política derivados de las
reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva
España, también generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.
La
ocupación francesa de la metrópoli en 1808 desencadenó en Nueva España una
crisis política que desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey
Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón
Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José Bonaparte. Como
respuesta, el ayuntamiento de México —con apoyo del virrey José de Iturrigaray—
reclamó la soberanía en ausencia del rey legítimo; la reacción condujo a un
golpe de Estado contra el virrey y llevó a la cárcel a los cabecillas del
movimiento.
A
pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en otras
ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que
pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. Tal fue el caso de la
conjura de Valladolid, descubierta en 1809 y cuyos participantes fueron puestos
en prisión. En 1810, los conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de
correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas
el 16 de septiembre en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del
pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y
Costilla.
A
partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas, pues los
sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales
a España. Al principio se reivindicaba la soberanía de Fernando VII sobre
España y sus colonias, pero los líderes asumieron después posturas más
radicales, incluyendo cuestiones de orden social como la abolición de la
esclavitud. José María Morelos y Pavón convocó a las provincias
independentistas a conformar el Congreso de Anáhuac, que dotó al movimiento
insurgente de un marco legal propio. Tras la derrota de Morelos, el movimiento
se redujo a una guerra de guerrillas. Hacia 1820, sólo quedaban algunos núcleos
rebeldes, sobre todo en la sierra Madre del Sur y en Veracruz.
La
rehabilitación de la Constitución de Cádiz en 1820 alentó el cambio de postura
de las élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado el dominio español.
Al ver afectados sus intereses, los criollos monarquitas decidieron apoyar la
independencia de Nueva España, para lo cual buscaron aliarse con la resistencia
insurgente. Agustín de Iturbide dirigió el brazo militar de los conspiradores,
y a principios de 1821 pudo encontrarse con Vicente Guerrero. Ambos proclamaron
el Plan de Iguala, que convocó a la unión de todas las facciones insurgentes y
contó con el apoyo de la aristocracia y el clero de Nueva España. Finalmente,
la independencia de México se consumó el 27 de septiembre de 1821.
Porfiriato
Esta
situación prolongó los largos años de enfrentamientos armados, que venían desde
que México se había independizado del imperio español y cuyo resultado fue
sumir al país, cada día de manera más profunda, en el caos y la miseria de la
gran mayoría de la población.
La
lucha entre las diferentes facciones termina al proclamar Porfirio Díaz el Plan
de Tuxtepec, mediante el cual derroca al entonces presidente Sebastián Lerdo de
Tejada, por su intención de reelegirse.
Díaz
contó con la alianza de José María Iglesias, a quien posteriormente hizo a un
lado, y se levantó con el poder político, para no dejarlo por cerca de 34 años.
Porfirio
Díaz Mori nació el 15 de septiembre de 1830 en la ciudad de Oaxaca, en el seno
de una familia modesta, y quedó huérfano a muy temprana edad. Aunque ingresa
como seminarista y poco después realiza estudios de abogacía, no concluye
ninguna de estas carreras.
En
1855 se une al general José María Herrera para apoyar la revolución de Ayutla,
y en esta actividad como militar pronto logra alcanzar el grado de capitán de
infantería de la Guardia Nacional.
En
la carrera castrense, Díaz obtiene rápidos ascensos y en noviembre de 1859 alcanza
el grado de coronel. No corrió con la misma suerte en su trayectoria como
político, ya que tuvo una discretísima actuación como diputado; sus fortalezas
se encontraban en el área de la milicia.
Durante
la intervención francesa en México, Porfirio Díaz interviene en muchas acciones
de guerra; pero fue el 2 de abril de 1867 cuando obtiene un brillantísimo
triunfo al tomar la ciudad de Puebla, dando prácticamente la victoria
definitiva a las fuerzas nacionales que combatían a Maximiliano de Habsburgo.
Una
vez que la República fue restaurada con la derrota de las fuerzas imperiales y
Benito Juárez asumió la presidencia, Porfirio Díaz se levantó en armas contra
la reelección de Juárez, como también lo había hecho contra la reelección de
Lerdo de Tejada.
En
la primera no tuvo éxito y debió aceptar forzadamente la amnistía; en cambio,
en la segunda ocasión -mediante el triunfo del Plan de Tuxtepec y después de un
interinato en la presidencia de José María Iglesias-, Porfirio Díaz fue por fin
electo presidente de México.
Ya
instalado en la cúspide del poder político del país, Porfirio Díaz fue
aprovechando las oportunidades para cambiar la Constitución Política, a fin de
que fuera aceptada la reelección del presidente, primero por un periodo, para
después permitirla de manera indefinida.
Las
múltiples reelecciones de Porfirio Díaz permitieron que el país gozara de
varias décadas sin guerras o levantamientos armados mayores. La paz abrió
camino al desarrollo económico y la creación, por ejemplo, de una fuerte infraestructura
ferrocarrilera.
Esta
situación hizo posible que los negocios tuvieran un ambiente muy favorable,
sobre todo los extranjeros, que ingresaron a México de manera amplia, por el
afán del presidente Díaz de que la sociedad mexicana estuviese a la altura y se
pareciese a la de los civilizados países europeos y, en lo tecnológico, a la de
Estados Unidos. La única manera de alcanzar ese propósito era que la
civilización se instalara en México a través de las empresas extranjeras.
El
periodo en que Porfirio Díaz ocupó la Presidencia de la República, conocido
como Porfiriato, representó para México años de estabilidad social y política,
así como de crecimiento económico.
No
obstante, dicho periodo también provocó la polarización de la sociedad
mexicana, particularmente entre los muchos campesinos y obreros que vivían
prácticamente en la miseria, la naciente clase media que encontraba obstruidos
todos los caminos para el progreso familiar y personal, y los muy pocos dueños
de la riqueza, que disfrutaban del poder político al amparo del régimen
porfirista.
Porfirio
Díaz había luchado contra la reelección de los presidentes y fue por ello que
la contradicción de su prolongada permanencia en el poder tuvo como
consecuencia el estallido armado de la sociedad mexicana, abriendo paso a la
Revolución Mexicana que puso fin a su dictadura
Revolución mexicana
Los
antecedentes del conflicto se refieren a la situación de México bajo el
Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio Díaz encabezó el ejercicio
del poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 33
años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y
estabilidad política. Estos logros se realizaron con altos costos económicos y
sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la
oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX
estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que
reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato.
En
sus orígenes, las primeras tentativas revolucionarias, inspiradas por Francisco
Madero Pretendían el derrocamiento de Porfirio Díaz, que se había mantenido en
el poder durante más de treinta años.
Tras
el triunfo de los maderistas, la necesaria reconstrucción del país se vio
dificultada por las disputas entre las propias facciones revolucionarias.
Emiliano Zapata Francisco Villa Venustiano Carranza VICTORIANO HUERTA ALVARO
OBREGÓN
FCO.
I. MADERO
Después
del asesinato de Madero, hubo nuevas luchas en las que triunfó Venustiano
Carranza, quien promulgó la constitución de 1917. Paso decisivo para la
organización del estado posrevolucionario. No obstante, los sectores más
radicales de la revolución mantuvieron la lucha hasta 1920. La revolución
mexicana nació en un panorama de insatisfacción contra la política elitista y
oligárquica de Porfirio Díaz, que había favorecido a los estamentos más
privilegiados, sobre todo a los terratenientes y a los grandes capitalistas
industriales. Si bien el país gozaba de prosperidad económica, las continuas
reelecciones de Díaz causaban insatisfacción política entre las nacientes
clases medias, en tanto que los beneficios de la prosperidad no habían
alcanzado a los grupos más pobres de la sociedad.
CONCLUSIÓN
Finalmente
las situaciones que acontecieron en cada época sirvieron, especialmente la
guerra de independencia, para que nuestro país fuera libre de conquistadores
que en gran medida tenían como objeto la esclavitud y la desigualdad en
derechos.
Además
del gran esfuerzo que hicieron los protagonistas de estas etapas pues gracias a
las propicias organizaciones sociales se obtuvieron muchos logros, como que se
creara la primera constitución, la cual valió para que se respetaran los
derechos de los mexicanos y hubiera igualdad entre los extranjeros de clase
dominante.
Hoy
en día se festejan los aniversarios tanto de la independencia como de la
revolución ya que fueron acontecimientos muy importantes para nuestro país.
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